Este escritorio fue rescatado de la casa del pueblo de mis abuelos maternos alrededor del año 2000 en Castellet i la Gornal, en la provincia de Barcelona, casi en el límite con la provincia de Tarragona.

El escritorio, muy probablemente, fue comprado alrededor de 1920 y su color original era negro. La madera era y sigue siendo de buena calidad y después de casi 100 años no tiene signos aparentes de carcoma.

En el año 2000 se lijó para quitarle la pintura negra y se pintó la parte de abajo de blanco y la de arriba de color madera. Durante casi 15 años ha sido mi mesa de trabajo en la que tenía mi ordenador, pantalla y teclado en El Masnou.

Alrededor de 2015, por motivos de espacio y ya en Barcelona, retiré del uso cotidiano el escritorio y lo guardé envuelto en plásticos para salvaguardarlo del polvo y la suciedad.

En 2020, hemos decidido darle un nuevo uso y por ello en Fusta Vella, en el Carrer Antic de València, han vuelto a lijarla y la han pintado de color madera.

La mesa estará en nuestra nueva casa en Les Corts, y volverá a ser la mesa en la que tendré mi pantalla, ordenador y teclado, con vista a Sant Pere Martir.

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